“La ciencia gobierna la aventura de la imaginación humana aplicada a las leyes de la realidad”
Edward O. Wilson ha conseguido lo que solo una persona logró hace muchos años: despertar mi pasión por investigar. Esa otra persona es la que me hizo amar a los animales y querer saber más sobre ellos, dedicar mi vida a ellos. De eso ya han transcurrido unos 15 años (y tengo 25).
En estos 15 años estudié lo que quise, pero al final me quitaron las ganas de dedicarme a mi pasión y eso es muy triste. Por suerte, hace poco encontré una vía intermedia que ha salvado las pocas ganas que me quedaban para la ciencia con otra de mis pasiones: escribir. Y el resultado es este blog que estáis leyendo.

Portada de “Cartas a un joven científico”. Foto sacada de Casa del libro.
Aun así, la idea de volver a investigar, a ser científico, no se me pasaba por la cabeza… hasta que leí “Cartas a un joven científico”, del citado autor Edward O. Wilson.
Si me lo hubiera leído un tiempo antes, ahora estaría siguiendo otro camino, intentando, como fuera, ser científico. Porque es un libro que motiva, que te empuja a hacer cosas, a superarte.
A través de una serie de cartas te muestra cómo es la vida del investigador. De hecho, básicamente cómo fue su vida como científico. Pues casi todos los ejemplos se basan en sus experiencias y en sus investigaciones.
Pero aunque los ejemplos sean sobre zoología (concretamente entomología, el estudio de insectos), se pueden aplicar completamente a todos los ámbitos de la ciencia. Además, da igual que seas un estudiante de ciencias, un doctorando o un investigador veterano. Por eso es tan maravilloso.
Edward O. Wilson. Foto de EOL Learning and Education Group, por cortesía del Museo de Zoología Comparada de la Universidad de Harvard.El estilo y el tono hacen del libro una inversión de tiempo amena, desenfadada. Y, sabiendo que te está contando cosas importantes, prestas toda la atención posible. Siempre hay un consejo a la vuelta de la esquina (o de la página, mejor dicho) que aprender y decidir si coger.
Wilson es un científico respetado, con un extensísimo trabajo y grandes logros en su ámbito. Con lo cual, cada consejo que pueda dar debe ser escuchado y guardado como si fuera oro.
Otro factor que produce su estilo es la facilidad de lectura: la mente vuela en sus páginas y cuando te quieres dar cuenta, ya lo has terminado.
Solo tengo una única queja sobre el libro: lo he leído demasiado tarde.
Con todo esto, se ha convertido en uno de mis libros de referencia y uno al que pienso recurrir en los momentos de desesperación, donde no encuentre la salida. Se ha convertido en un libro oasis.
Así es, para mí, “Cartas a un joven científico”, de Edward O. Wilson.
DH
PD: os dejo el enlace de una encuesta que estoy haciendo para conocer vuestra opinión del blog y qué debo mejorar para el año que viene.
Pingback: Crítica de “Medio Planeta”, de Edward O. Wilson | Divulgador Herbívoro
Hola! Acabo de descubrir tu blog y me parece maravilloso 🙂 Estoy en mi primer año de universidad y quiero ser científica, ¡quiero investigar! Espero que nada ni nadie se lleve consigo mis ganas e ilusión, y espero que tu las recuperes pronto. ¡Un abrazo!
Me gustaMe gusta
Hola!
Primero de todo, quiero pedir perdón por no haber contestado antes. Lo siento.
Segundo, muchas gracias por tus palabras 🙂 Me parece genial que quieras investigar: esas ganas te llevarán lejos, sobre todo si trabajas duro.
Es posible que yo vuelva a investigar a medio plazo, pero afortunadamente he encontrado en la divulgación científica mi pasión, así que me entrego con cuerpo y alma a esta profesión, con ganas e ilusión. De manera que no pasa nada por haberla perdido respecto a la investigación.
Muchas gracias por comentar. ¡Otro abrazo para ti! 😀
Me gustaLe gusta a 1 persona