“En lo que yo creo es en la unidad de la cultura. No creo que haya puentes truncados.”
Esta frase pertenece a una de las últimas entrevistas que hicieron a Leonardo Moledo (1947-2014), uno de los divulgadores más importantes que ha habido en Argentina. Y estoy de acuerdo con él, no hay dos culturas, una de ciencias y otra de letras, sino una sola con muchos caminos que se pueden recorrer.
Estos caminos son los que hacen tan interesante a la comunicación científica, el hecho de que no hay límites a la hora de explicar un concepto científico, aparte de los que impone el propio concepto. La ciencia se puede contar de muchas maneras y puede llegar a aportar más que el aumento de conocimiento en sí.
Un ejemplo de esto, siguiendo en Argentina, es el uso que se le dio a las pruebas genéticas para conseguir reunir a las Abuelas de la Plaza de Mayo con sus nietos perdidos, robados durante la última dictadura militar que hubo en el país. Gracias a la claridad con la que el periodismo científico explicó la ciencia detrás de las pruebas genéticas, se pudo usar este método para reunir familias y usarlas como pruebas contra los militares argentinos.
Marcha de las Abuelas de la Plaza de Mayo en 2010. Fotografía de BoNoNoBo.
Si no llega a ser por la comunicación científica, es posible que los militares hubieran convencido a los jueces que lo que intentaban hacer las Abuelas era vudú (realmente usaron esta palabra) y quién sabe qué hubiera pasado entonces.
Este ejemplo, aunque es muy concreto, muestra claramente la importancia de la ciencia y la comunicación científica (con todas sus variantes) para la sociedad. Los momentos en que se puede usar la comunicación científica son muchos y pueden tener impactos muy grandes para la sociedad, o una parte de ella.
Por ese motivo es muy necesario que la ciencia consiga llegar a todos los públicos, a todas las capas de la sociedad, y consiga que se impregne de la importancia de la ciencia en el mundo actual. Quizá ese es el motivo por el cual la revista Science (y toda la American Association for the Advancement of Science, AAAS) quiso tener más presencia en internet, con más contenidos multimedia y audiovisuales, de manera que llevó a cabo un replanteamiento de los formatos en los que se publicaba.
Portada de uno de los números de la revista Science.
Todos sabemos que hoy día, Internet es el lugar donde la gente busca la información para estar al corriente de lo que pasa a su alrededor (y más lejos). Seguramente el público de Science es reducido, pero no lo es tanto el que lee blogs de ciencia. Así, gracias a Internet, si en un momento dado se necesita información sobre algún concepto científico, aunque no se sea lector habitual de contenido sobre ciencias, seguro que se encuentra información de este ámbito. Y aunque no sepa qué es Science o no haya leído un blog científico, se puede hacer uso de su presencia en la red.
Obviamente, si la ciencia llega a los medios de comunicación, su alcance aumenta mucho más, de eso no hay duda. Por ese motivo, aparte de querer aprovechar todos los caminos que ofrece la comunicación científica para llegar al máximo de gente posible, es necesario que esa comunicación sea rigurosa, veraz, real.
Y no dar a conocer cualquier investigación del montón (o incluso mal hecha) tan solo por conseguir algo de atención hacia la universidad o el grupo que ha “descubierto” algo o por querer adelantar avances que pueden ayudar a mejorar la vida de personas pero que realmente aún no están disponibles.
Fotografía de un batido de chocolate. Según un estudio, una marca concreta de batidos de chocolate ayudaba a recuperarse mejor de las conmociones cerebrales. Fotografía de Tracy Benjamin.
Porque hay investigaciones que pueden tener un gran impacto y pueden crear esperanzas en la gente, de manera que si no se comprueba el contenido y no se ajusta el mensaje, puede llevar a desilusiones y frustraciones. Cosa que muestra una mala comunicación científica y la perjudica.
Con todo, la comunicación científica es la herramienta más importante que tenemos para dar a conocer la ciencia y los avances científicos. Una herramienta versátil, ajustable y con multitud de posibles aplicaciones para unir con otras herramientas para llegar a la máxima audiencia posible.
Y si no sabéis por dónde empezar, he aquí un artículo que explica dónde encontrar la ciencia en España.
DH
PD: es muy posible que lo que he comentado en este post sea un perogrullo para los que estamos metidos en comunicación científica, y que lo haya dicho ya alguna vez aquí, pero creo que no está de más recordarlo de vez en cuando.
Divulgador Herbívoro 