Cuando una serpiente te abraza

Las serpientes son unos de esos seres que suelen generar más reacciones negativas que positivas, seguramente porque la cultura popular las ha demonizado desde hace muchísimos años. Pero para mí son unos animales bellos y pierdo la cabeza cuando veo una… De hecho, salgo corriendo detrás intentando cogerla (sí, no es que sea muy sensato y por ese motivo recibí un mordisco hará unos dos años, aunque en mi momento de enajenación ofídica me sentí afortunado).

Este suborden animal, estrechamente emparentado con los lagartos, está formado por dos grupos: las serpientes ciegas (pequeñas y excavadoras) y las demás serpientes (aunque a veces se suele separar entre primitivas, como las boas y las pitones, y modernas, donde se encuentran todas las especies venenosas junto a otras que no lo son; de esta manera habría tres grupos).

No voy a describir cómo son físicamente las serpientes (supongo que todos y todas tenéis en mente una imagen perfectamente válida), pero sí que me interesa comentar cómo matan a sus presas, concretamente mediante dos mecanismos: veneno y constricción. Generalmente, las especies venenosas no constriñen y las no venenosas sí lo hacen. Aun así, hay algunas excepciones, como ciertas serpientes venenosas australianas.

Las especies venenosas casi siempre tienen alguno de los colmillos más desarrollados: ya sean los de atrás (serpientes opistoglifas, como las culebras), o los de delante. En el grupo de las que tienen los colmillos delanteros más desarrollados encontramos otra clasificación según si son fijos (serpientes proteroglifas, como las cobras) o móviles (serpientes solenoglifas, como las víboras).

Una serpiente verdiamarilla como esta me mordió hace unos años. Es una de las serpientes más bonitas de España, puede llegar al metro y medio de largo y presenta un carácter francamente agresivo (http://www.vertebradosibericos.org/reptiles/hievir.html). Fotografía de Bernard Dupont https://www.flickr.com/photos/berniedup/14086221173/

Una serpiente verdiamarilla como esta me mordió hace unos años. Es una de las serpientes más bonitas de España, puede llegar al metro y medio de largo y presenta un carácter francamente agresivo. Fotografía de Bernard Dupont.

Las serpientes que tienen los colmillos delante siempre son venenosas (y muy a menudo letales), mientras que las que los tienen detrás no suelen serlo (aunque haya alguna especie que sí lo es, como la boomslang). Todas ellas, como se ha dicho anteriormente, se encuentran dentro del grupo de serpientes modernas.

Las especies no venenosas, todas las serpientes primitivas y numerosas modernas (como la mayoría de las culebras), usan el otro sistema de caza. Los científicos que han estudiado a este grupo animal creen que la muerte se produce por asfixia puesto que, con su fuerza, el depredador evita que la presa pueda coger aire, aparte de comprimir los pulmones. Pero se ha visto que la presa muere demasiado rápido para ser causada por asfixia.

En su lugar, recientemente se ha propuesto que la muerte se debe a la caída de la presión circulatoria periférica y a un aumento de la central, que provoca que la sangre no se mueva por el cuerpo y se mantenga en el centro del cuerpo. Esto causaría que el oxígeno no llegara al cerebro, con lo que la presa se desmayaría antes de que fallaran otros órganos vitales. De esta manera, se produciría la muerte por paro circulatorio.

Dejando de lado cómo mueren las presas, es importante destacar un factor: las serpientes dejan de “abrazar” una vez está muerta. ¿Cómo saben que ha fallecido? Pues un estudio muestra que son capaces de detectar el latido de su presa, de manera que modifican la presión según el ritmo cardíaco, reajustando la presión mientras está viva y soltándola cuando ya no late.

Diferentes individuos de Boa constrictor (como la de la foto) han sido usados en los estudios sobre la causa de muerte durante la constricción y la presión de la misma según el latido del corazón. Fotografía de Guilherme Jofili. https://www.flickr.com/photos/gjofili/5005623645/

Diferentes individuos de Boa constrictor (como la de la foto) han sido usados en los estudios sobre la causa de muerte durante la constricción y la presión de la misma según el latido del corazón. Fotografía de Guilherme Jofili.

De hecho, parece ser que este comportamiento es innato en las serpientes, pues individuos que siempre han sido alimentados con animales muertos responden instintivamente al latido del corazón, aunque la presión aplicada es menor que los individuos alimentados con animales vivos, más “expertos”.

Otro detalle que puede parecer interesante de comentar es si todas las serpientes que constriñen lo hacen de la misma forma, pues no todas tienen la misma longitud, ni habitan en los mismos hábitats, ni se alimentan del mismo tipo de presas.

En las familias de serpientes más primitivas, a pesar de las diferencias comentadas, se ha observado principalmente un solo patrón de constricción, mientras que en los colúbridos, serpientes más avanzadas, se ha encontrado más de un patrón diferente (incluso alguno que parece ser único según el género).

Este estudio permite deducir que la constricción fue un método que apareció en un estadio inicial en la evolución de las serpientes y, seguramente, estuvo relacionado con su inusual mecanismo mandibular (la capacidad de dislocar la mandíbula y el hecho que las serpientes tengan separada la mandíbula inferior, desarrollos que les permiten tragar animales más grandes que ellas).

Dudo que toda esta información haya hecho desaparecer los miedos de muchas personas hacia las serpientes. Al menos hay el consuelo que si una serpiente te estrangula, seguramente no sufrirás demasiado rato, porque te desmayarás rápidamente. Otra cosa sería que te mordiera una serpiente venenosa: ahí no aseguro que no haya sufrimiento, porque hay diferentes tipos de venenos, aunque no sé cuáles produce peores efectos. Pero eso da para otro artículo.

DH

3 comentarios el “Cuando una serpiente te abraza

  1. Gracias por el articulo, se puede hacer algo si una serpiente se te está enrollando y compresionando para evitar que lo siga haciendo y liberarse??

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    • Buenas,

      Perdona que no te haya contestado antes.

      Pues la verdad es que no lo sé. Si estás solo, imagino que lo ideal es intentar liberar los brazos para poder apartarte la serpiente, pero no sé si es lo correcto. Si estás con alguien más, esa persona te puede ayudar, siempre intentando no hacer daño a la serpiente.
      Aunque para evitar esto, lo más importante es no acercarse suficiente a la serpiente como para que se te enrolle. Y si estás cerca, vigilar en todo momento que no se enrolle.

      Espero haberte sido de ayuda. Gracias por comentar 🙂

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  2. Pingback: El misterio de la ausencia de patas en las serpientes | Divulgador Herbívoro

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